jueves, 12 de enero de 2017

La lectura: un buen hábito

¡Son tantos los beneficios que tiene exponer a los niños al hábito de la lectura! Les cambia el intelecto, inspira la imaginación, ayuda a darle sentido al mundo y nutre el deseo de leer, lo cual contribuye de muchas maneras al desarrollo del lenguaje y aprendizaje.

La literatura infantil puede ser utilizada para modelar un comportamiento social apropiado o inapropiado en historias con resultados de recompensas y consecuencias. A su vez, ayuda a acoger actitudes emocionales saludables, debido a que contribuye al desarrollo emocional de los niños de tres maneras: les muestra que muchos de los sentimientos que experimentan son iguales en otros niños de su edad, explora los sentimientos desde diferentes puntos de vista y las acciones de los personajes ilustran opciones de diversas formas de manejar las emociones. Otros de los grandes atributos que posee la literatura es que puede ayudar a los pequeños a sobrellevar situaciones difíciles como son una muerte, un divorcio, la pérdida de un amigo o una hospitalización. Además, puede jugar un rol importante ayudándolo a desarrollar un concepto positivo de sí mismo. El uso de personajes contribuye a que entienda sus propios sentimientos y cómo otros manejan problemas similares. 

Desarrollo intelectual
Nunca es tarde para empezar a leerle a tu hijo. Los libros fomentan el desarrollo intelectual logrando cambios en las destrezas y habilidades cognitivas como el intercambio de ideas, la habilidad para pensar, observar, comparar, clasificar, organizar, resumir y evaluar. Según la edad, los libros ayudan de las siguientes maneras:
  • Bebés y niños de corta edad - Cuando se les lee y se les habla, se sientan las bases del aprendizaje de las palabras y la lengua, que después les servirán para aprender a hablar y a leer.
  • De 3 a 5 años de edad - Escoge libros con conceptos simples, como números, formas y colores, de manera que estimulen la participación.
  • De 6 a 8 años de edad - Los niños no aprenden a leer por arte de magia, es una destreza que debe practicarse. Investigaciones sugieren que deben estar expuestos a las palabras entre seis y sesenta veces para poder memorizarlas y leerlas de corrido sin detenerse a deletrearlas.
Recomendaciones para que aprenda a leer
  • Elige un lugar y una hora fijos para leer juntos. Asegúrate de que la lectura sea una experiencia positiva para que al pequeño le alegre la idea de leer.
  • Practica por lo menos entre quince y veinte minutos, y tres o cuatro noches a la semana.
  • Cuanto más se ejercite en leer en voz alta los textos de la escuela, más rápido aprenderá a leer de corrido, correctamente y de forma expresiva.
  • Escucha cuando tu hijo lea. Es una forma eficaz de ayudarlo a leer mejor. El esfuerzo que hagas para que la lectura sea una actividad divertida puede contribuir a que tenga una actitud positiva respecto a la escuela.
Consejos para elegir los libros
  • Deja que tu hijo indique los que le interesan.
  • Muéstrale algunos que a ti te gusten.
  • Ayúdalo a convertirse en un buen lector conversando, escuchando y leyendo con él.
  • Los ilustrados son ideales para todos, especialmente para leer en voz alta con toda la familia.
  • Inicia tradiciones de temporada. Selecciona todos los años un libro especial para leer con tu hijo durante las vacaciones.



Fuente: Atención Atención La Revista / Octubre 2016




Nutrición en la merienda

Entre el tiempo de levantarnos temprano, preparar a nuestros niños para la escuela, desayunar, salir a tiempo y lidiar con el tráfico de forma que cada cual llegue a tiempo a su destino, buscamos alternativas cómodas y convenientes que requieran muy poca o ninguna preparación. Es por esto que las bolsitas con salados, las donas, bizcochitos y dulces son considerados alternativas prácticas para algunos padres, pero muy poco saludables para nuestros niños. 

Las meriendas son importantes en la alimentación de un niño, ya que complementan la ingesta diaria proveyendo nutrientes vitales para su crecimiento y desarrollo. Además, brindan energía para su actividad física y mental. Debemos enfatizar que las meriendas deben ser ligeras, ya que no sustituirán las comidas, deben lucir apetitosas y son una excelente manera de ofrecer frutas y vegetales a los niños.

La leche es uno de los alimentos más completos y nutritivos, ya que contiene hidratos de carbono, proteínas, vitaminas A y D, y minerales como el calcio, importante para la formación de dientes y huesos, entre otros nutrientes. Se recomienda la selección de leche baja en grasa (1%) para niños mayores de dos años. Puedes añadir frutas para realzar el sabor (champolas o batidas). Si no se consume en alguna de las comidas, debe estar presente en al menos una merienda. El yogur es buena fuente de proteínas y calcio. Debemos seleccionar uno que no sea muy dulce o con un sabor muy fuerte. El yogur griego es excelente para crear recetas nuevas añadiéndole frutas frescas o secas, como pasas, cereales secos, maní, almendras, nueces y otros de acuerdo con las preferencias. El agua debe estar presente no solo en la merienda, sino a través de todo el día, pero al incluirla en las meriendas nos aseguramos de que el niño la tenga disponible y accesible para hidratarse constantemente. No debe ser sustituida por jugos, bebidas azucaradas o refrescos. 

Sugerencias

Estos alimentos son fuentes de hidratos de carbono que proveerán energía y fibra para ayudar a una mejor digestión y absorción. 
  • panes de grano entero o multigranos
  • cereales secos de avena no azucarados
  • galletas de soda integrales o multigranos
  • galletas de avena
  • barras de cereales o granola no azucaradas

Redactado por: Lcda. Brenda Soltero, Presidenta del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de P.R. / Atención Atención La Revista - Octubre 2016




miércoles, 11 de enero de 2017

ESTUDIANTES DEL MES 


Noviembre y Diciembre 2016


El pasado 9 de diciembre de 2016 se llevó a cabo el reconocimiento a los estudiantes de los meses de noviembre y diciembre. ¡FELICIDADES!

¡Éxito y adelante!